Durante la noche de este martes, voluntarios de la Tercera Compañía de Bomberos de San Vicente acudieron a una inusual emergencia: una familia llegó hasta el cuartel solicitando ayuda para su mascota, una perrita llamada Pelusa, que había quedado atrapada en una llanta.
La guardia nocturna respondió de inmediato y, tras un trabajo cuidadoso, lograron liberar a la perrita sin que sufriera lesiones. El procedimiento fue seguido con expectación por la familia, que agradeció la rápida acción y disposición de los bomberos.
Desde la Tercera Compañía destacaron que, más allá de los incendios y emergencias mayores, siempre están dispuestos a acudir en ayuda de la comunidad. “Cada llamado, por pequeño que parezca, es importante si significa ayudar a alguien, incluso a nuestras mascotas”, señalaron.